jueves, 14 de mayo de 2015

Dimensiones no-visibles al ojo humano

Existen muchos tipos de naves diferentes. Muchas de ellas operan en una dimensión superior y por ello no son visibles al ojo humano, a menos que decidan mostrarse abiertamente por cualquier motivo. Sus capacidades van mucho más allá de lo que podemos imaginar con nuestro vehículo/cuerpo físico de tercera dimensión, pero desde este punto de vista limitado podemos decir que no tienen restricciones de tiempo o espacio: se materializan y desmaterializan a voluntad y son capaces de cambiar de dimensión cuando es necesario.
 
También viajan en el tiempo y acceden a diferentes realidades con suma facilidad. El interior de las naves es totalmente relajante y cómodo para la tripulación: a pesar de los movimientos bruscos y de los vertiginosos cambios de dirección que realizan cuando se manifiestan en nuestra tercera dimensión, los tripulantes no perciben ninguna sensación de movimiento.
 
Además, muchas de estas naves tienen acceso al plan de vida de los humanos con los que en ocasiones contactan, es decir, ya saben de antemano con quién deben contactar o por quién deben ser avistadas, pues así está acordado antes de la encarnación. Muchos de esos humanos somos nosotros mismos, las semillas estelares.
 

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