miércoles, 15 de octubre de 2014

SOMBRAS DE MATRIX: EL MUNDO FÍSICO HOLOGRÁFICO O DE TERCERA DIMENSIÓN


La tercera dimensión es el mundo físico/material en el que habitamos los seres humanos, así como los animales. Es el mundo de las apariencias, el que percibimos como real. Cuando una persona amplia su percepción de la realidad sensible que lo rodea, así como indagarse a sí mismo, se dice que ha desarrollado su nivel de consciencia.
En ese momento el individuo pasa del estado de conciencia que corresponde a la frecuencia vibratoria del mundo material, a percibir o a intuir que existe más allá de los sentidos físicos, otra realidad más sutil.
 
Entonces ocurre un despertar o evolución interior del alma que empieza su viaje iniciático hacia el "Ser", en nuestro trabajo interno de superarnos en nuestra individualidad, nuestra personalidad o el “ego”.
 
Casi todo el aprendizaje sobre la existencia material lo adquirimos aquí a través de nuestro vehículo/cuerpo físico vivenciando experiencias personales.
 
El mundo físico podría considerarse la dimensión mas densa del Ser, o primer nivel de existencia, pues además de ser más denso energéticamente por la vibración condensada en materia, es nuestra morada genética, como seres conscientes que somos, y donde nos construimos una identidad y una percepción acerca del mundo que nos rodea.

Nuestro sendero de evolución espiritual hacia el Amor comienza aquí, en este plano físico. Cada alma se pone a prueba en su relativamente largo camino que llamamos “vida”. Durante su trayecto la conciencia desarrolla un rol o papel determinado, como si fuera un juego o una obra teatral.

Vivimos en la tercera dimensión, la cual el filósofo griego Platón describió hace ya 2.600 años como un universo holográfico, en su célebre alegoría del "Mito de la Caverna" sobre el el mundo sensible (visible) y el mundo inteligible (invisible).  

Al mundo inteligible no se puede acceder con el uso de los sentidos sino que se llega a él gracias al uso de la parte más excelente del alma, que para Platón es la razón.

La alegoría de Platón plantea unos presos que han pasado toda su vida encadenados en una cueva subterránea. Privados de su libertad, ubicados de espaldas a una fogata, solo pueden contemplar las sombras de unas figuras proyectadas sobre la pared del fondo de la caverna.



De modo que terminaron acostumbrándose a ellas y se convirtieron en su única realidad perceptible, ya que no tenían otra manera de ver el mundo. Al no poder percibir las características reales de los objetos, las sombras se convierten en la única realidad de los presos.

Platón plantea que si uno de estos prisioneros se liberara se vería obligado a ver la luz del fuego y quedaría impresionado por ella. Le sería difícil adaptarse al cambio porque al ver los objetos que provocaban las sombras no sabría discernir entre cuales serían los reales y cuales no. Si las sombras o el objeto.

Posiblemente seguiría pensando que lo real sean las sombras a las que ya estaba acostumbrado. Si a este prisionero se le obligara a salir de la cueva y mirar el Sol este quedaría impresionado.

Astro Rey

Y poco a poco se vería obligado a adaptarse a la luz hasta que le fuera posible ver bien. Sólo entonces llegaría a comprender lo que estaba viendo.

Al recordar a sus compañeros sentiría lastima por ellos; de ahí surgiría su deseo de volver a la caverna a contarles y explicarles todo lo que ha visto y comprendido para que ellos también pudiesen liberarse y no seguir viviendo en la mentira.

Entonces al volver a la caverna para intentar liberarlos se plantean dos opciones: Primera, que le dijesen que perdió la cordura y lo tomasen por loco y se burlasen de él Segunda, que lo matasen por intentar liberarles.

O que volviendo a la caverna, estando ya adaptado a la luz y a la verdad, se le llenaran los ojos de tinieblas, teniendo que volver a vivir en la caverna, siendo este un proceso traumático de adaptación. Para volver a encajar en la sociedad.

Con la alegoría de la caverna de Platón se explica la realidad diciendo que lo que nosotros percibimos son sombras, mentiras, errores producto de moldes o figuras ideales que existen detrás de todo lo que vemos a nuestro alrededor. Ya entonces existía curiosidad por conocer el mundo de las ideas (Mundo Inteligible) que habitaba detrás del mundo de los sentidos (Mundo Sensible), el que nosotros percibimos. El conocimiento del mundo de los sentidos es imperfecto, ya que es conseguido a través de los sentidos, los cuales son engañosos y distintos para cada individuo.

Las metáforas se refieren al acto de ver, a la falta de conocimiento. Cuando se está dentro de la caverna hay un estado de ignorancia, los miedos, los prejuicios, etc. Al salir te enfrentas a la verdad a través de tus propios medios, con todo lo que ello implica, la dificultad de adaptarte, la confusión al ver que lo que ellos creían como verdadero no lo es, etc.

Los que permanecieron en la caverna lucharían hasta la muerte por defender sus ideas y conservar su estado de las cosas, como sucede en la Matrix. Todos defienden la matrix, piensan a uno sólo por la defensa de la misma. Tal código igual dentro de la caverna se refiere al agente Smith, al que no quiere cambiar, morir a la creencia equivocada.
Neo, el protagonista simboliza al filósofo, el buscador de la verdad, el que puede ver la realidad tal como es, más allá de la mentira que nos vendieron que es Matrix. Él se mueve libremente en ella porque él ha descubierto la falsedad tras la realidad en si misma.


Posteriormente, ya en el siglo XX, los científicos David Bohm y Karl Pibran postularon la idea de que nuestro universo funciona como un holograma basado en descubrimientos de la mecánica cuántica.

Los humanos vivimos un mundo ficticio que creemos como el real.


Dentro de este mundo virtual, basado en las apariencias, nos enfrentamos a una serie de retos u obstáculos que debemos superar en vida para ayudar a nuestro despertar de la conciencia, recordar quiénes somos y averiguar de dónde venimos.

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